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Canales de denuncia y protocolos de protección contra el acoso y la discriminación

Actualizado: 25 nov 2024



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El acoso y la discriminación en el entorno laboral son problemáticas graves que no solo vulneran los derechos fundamentales de las personas trabajadoras, sino que además comprometen la integridad y la cohesión dentro de la organización. Frente a este panorama, los canales de denuncia y los protocolos de protección constituyen herramientas imprescindibles para prevenir y gestionar estas situaciones, brindando a las empresas un marco estructurado y confiable para actuar.


¿Qué son los canales de denuncia?

Los canales de denuncia son sistemas que permiten a las personas trabajadoras reportar, de manera segura y confidencial, cualquier conducta inapropiada en el lugar de trabajo. Estas conductas pueden ir desde comentarios ofensivos, acoso laboral o sexual, hasta actos de discriminación por motivos de género, raza, orientación sexual, entre otros. La eficacia de estos canales depende no solo de su accesibilidad, sino también de su capacidad para generar confianza entre las personas trabajadoras, garantizando que sus denuncias serán tratadas de manera justa y sin temor a represalias.


Para que los canales sean efectivos, es crucial que sean accesibles para todos los niveles jerárquicos de la empresa, sin importar la ubicación geográfica o el nivel técnico. Un buen ejemplo de esto son los formularios en línea, líneas telefónicas exclusivas o la posibilidad de comunicar incidentes directamente a recursos humanos o al departamento de compliance. La pluralidad de vías de acceso asegura que las personas afectadas puedan escoger la más adecuada para su caso, fomentando así la utilización del canal.


Los protocolos de protección

Si bien los canales de denuncia son esenciales para identificar las conductas inapropiadas, los protocolos de protección son el siguiente paso crítico para asegurar que estas denuncias se gestionen adecuadamente. Un buen protocolo establece procedimientos claros para la investigación de las denuncias, así como para la implementación de medidas correctivas. Además, define cuáles son las conductas inaceptables en la empresa y cómo deben abordarse desde una perspectiva preventiva y reactiva.


Estos protocolos no solo garantizan que se actúe rápidamente una vez se recibe una denuncia, sino que también incluyen medidas preventivas como la formación periódica a la plantilla. La capacitación en temas de igualdad, acoso y respeto en el entorno laboral es una de las formas más efectivas de reducir estos incidentes. Cuando las personas trabajadoras conocen sus derechos y las políticas de la empresa, es más fácil generar un ambiente de trabajo respetuoso y libre de acoso.


Además, el protocolo debe incluir medidas de apoyo para las víctimas, como asesoramiento psicológico, asistencia legal y reubicación temporal si es necesario. Estas medidas ayudan a minimizar el impacto del acoso o la discriminación en la vida profesional y personal de la víctima, asegurando que pueda seguir desarrollando su carrera en un entorno seguro y protegido.


Beneficios de implementar canales de denuncia y protocolos de protección

Los beneficios de contar con canales de denuncia y protocolos de protección no solo se limitan al bienestar de las personas trabajadoras. Las empresas también obtienen importantes ventajas, entre ellas:

  • Reducción de riesgos legales: Al contar con procedimientos claros y transparentes, las empresas pueden gestionar de manera rápida y efectiva los problemas antes de que escalen y se conviertan en litigios.

  • Mejora del clima laboral: Los entornos donde se promueve el respeto y se asegura la equidad tienden a tener un nivel más alto de satisfacción y compromiso entre la plantilla. Esto se traduce en un aumento de la productividad, una menor rotación de personal y una reducción del absentismo.

  • Protección de la reputación corporativa: Las empresas que apuestan por un entorno laboral justo y equitativo refuerzan su imagen pública y atraen a personas talentosas, así como a clientes e inversores que valoran la responsabilidad social corporativa.


Implementar estos mecanismos no solo responde a una necesidad legal y ética, sino que también impulsa a la empresa hacia una cultura organizacional más fuerte, inclusiva y comprometida con el bienestar de sus personas trabajadoras.

 
 
 

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